En los años 60, el papel pintado era una forma popular de decorar una habitación. El papel pintado de aquella época se caracterizaba por sus diseños atrevidos y colores vivos. A menudo se utilizaban motivos florales y estampados psicodélicos, que encajaban perfectamente con la cultura hippie y el arte pop emergente. Un aspecto importante del papel pintado de los años 60 era la textura. Muchos tipos de papel pintado tenían un relieve que añadía una dimensión extra al dibujo, creando un efecto especial.